Con$eguir recursos
La parte de de vulnerabilidad y arte están bonitas (y son fundamentales), pero si la estudiamos como estrategia para iniciar un negocio, vale la pena entenderla.
Definir metas
El hábito de escribir metas coherentes (y pensarlas poquito) asusta tanto como es efectivo. Es el paso 0 en el camino a lograr algo y asusta porque implican compromiso y nos obligan a escoger en qué y cómo trabajamos.
Gastar calidad
El costo de diseñar un proceso que cumpla las expectativas de los usuarios y construir una cultura que viva ese proceso, es alto.
Entender miedo, perfección y vulnerabilidad
La perfección es una ilusión y por eso, creo que dicen que la vulnerabilidad es un antídoto al industrialismo.
Acordarse de pedir
Desnudarse (o ponerse a uno mismo en cualquier situación vulnerable) y pedir algo, incluso ofrecer algo, es transformador.
Resolver hoyos
Las empresas se clavan tanto en la manera en la que hacen negocio, que se les olvida en qué sueñan (necesitan o desean) las personas.
Hacer fanáticos
No hay ejemplo de posicionamiento de marca y cultura, tan poderoso (y que dure tanto) como el de las religiones.
Hacer cosas memorables
Demasiado fácil. Demasiado anticuado. Demasiado obvio. Demasiado serio.
Y aún así, casi nadie lo hace.
Diseñar mal
Don Norman es un científico y dice que el Diseño puede hacerte feliz (o miserable). En The Design of Everyday Things explica como los objetos guían nuestro comportamiento. Y si los usamos mal, casi siempre es un problema de diseño.
Pedir permiso
Los modelos de fidelización son hacks, y pueden funcionar por un tiempo. Mientras los usuarios sientan que se están aprovechando de ti. Mientras sigan pensando "¿qué gano yo?".
La confianza, por otro lado se gana despacito. Produciendo.
Separar el marketing de las ventas
Uno hace los proyectos que le gustan, pero que le emocionen a uno no significa que le emocionan a los compradores. Hay que vender lo que los compradores quieren.
Convocar a la tribu
Es posible (y necesario) encontrar una tribu más grande que uno mismo, un grupo de personas que necesitan conectarse para moverse juntas.
Limitar (o no) la oferta comercial
Muy pocas organizaciones tienen el poder de guiar a los usuarios hasta los nichos de los rincones más oscuros.
Encontrar sentido
Llegar al fondo del porqué hacemos lo que hacemos, además de claridad, nos permite encontrarle sentido a lo que hacemos.
Estructurar la colaboración
En un extremo, las instituciones nos limitan y en el otro, la revolución puede significar un caos peor. Sin embargo, los problemas no deben institucionalizarse.
Posicionar(se)
Por eso armamos mapas mentales, ordenamos y clasificamos lo poquito que sabemos y buscamos patrones entre lo que conocemos para entender lo nuevo.
Diseñar la comunicación
Ninguna presentación es una simple presentación.
Ningún memo es una simple nota.
Y es muy fácil echarlo a perder.
Luchar con el instinto
Saber qué hacer y hacerlo, son cosas muy diferentes.
Y nuestro instinto nos dice que no hagamos nada.
Tomar decisiones
Tomar buenas decisiones es una habilidad—y existen procesos mentales para hacerlo mejor. Aunque parezca, la mayoría de veces no controlamos nuestras decisiones.
Hablar de proyectos
Pero son los detalles del proyecto son los que mandan la conversación. Para participar no solo en la discusión, si no en la economía, tenemos que aprender el lenguaje de los proyectos.