No toda la comida es comida de verdad.

La de verdad es esa que no está revuelta en ningún laboratorio y no tiene partes que hayan salido de ningún laboratorio.

La de verdad es esa que está hecha de ingredientes normales, como los que tenían las abuelitas en su alacena.

Esa hay que ir a buscarla.

¿Es sustentable? ¿Es tan natural cómo sea posible? ¿Tiene increíble sabor y textura? ¿Estamos involucrados en su preparación? ¿Es parte de una experiencia más grande?

Pero, ¿cómo sabremos cuál es el corte de perfecto? ¿Qué tanto participamos intencionalmente (o sin darnos cuenta) en esa experiencia?

Hay comida que es buena para el planeta y hay comida que es perfecta para cada persona.

La historia también cuenta.

No soy experta, pero estos son mis expertos favoritos, los que saben de ganadería, de alimentación, de negocios—y aquellos que están empujando el planeta un pasito adelante.