¿Para qué trabajas?
Me dejaron de tarea que leyera un libro famoso que argumenta que 4 horas de trabajo a la semana son suficientes, porque aparentemente 40 en promedio, son demasiadas.
Es cierto que la cantidad de distractores a los que estamos expuestos va en ahumento y es muy fácil adoptar malos hábitos. También, por miedo o por instinto, aceptamos hacer tareas poco provocadoras. Podríamos entenderlo y asumir la responsabilidad de lo que hacemos, pero es más fácil echarle la culpa al trabajo que tenemos, a la sociedad en la que vivimos o las circunstancias que nos tocaron.
Acepto que puedo hacer mejor uso de mis 40 horas, puedo restarle atención a muchas interacciones, incluso puedo aprender a delegar. Sin embargo, eso no me quita la responsabilidad de encontrarle un propósito a lo que hago (a nadie). Ni de construir organizaciones que tengan sentido.
Para curar el susto de tener que limitar mi trabajo a 4 horas semanales, mejor leí Why We Work de Barry Schwartz.
Los trabajos, con motivaciones equivocadas, pueden quitarle el alma a las personas. El autor describe cómo observarlo, cómo evitarlo y cómo corregirlo. En lugar de huir del trabajo, podemos aprovechar la oportunidad para diseñar las instituciones que transformen la naturaleza humana.
Pásenle una copia a Tim Ferris.
PS. Dice Seth Godin que tú importas, y en consecuencia tu trabajo también.