Este es el segundo intento

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Estaba contando mal la historia. Asumí que el trabajo estaba terminado y estaba contando viendo hacia el pasado.

Tuve un desliz. Pensé que el proceso era replicable y ya estaba listo para que otros lo vivieran también. Estaba equivocada, olvidé por un momento que en esto todos estamos aprendiendo siempre.

Siempre.

Tengo más de 10 años estudiando Diseño, después innovación y después emprendimiento. A estas alturas, para mi es imposible hablar de emprendimiento desde un punto de vista completamente independiente del Diseño.

Si visitas una biblioteca buscando una sección de emprendimiento, vas a encontrar libros muy básicos sobre nuevas empresas o empresas pequeñas. No hay una sección oficial de emprendimiento. El conocimiento está regado en las categorías de negocios, de cultura organizacional, de estrategia, de economía, de diseño, etc. El emprendedor tiene que saber de todo. Y, por esa razón, no hay un punto de partida que sea el mismo para todos.

No sé en qué estaba pensando. Quería escribir sobre emprendimiento, pero esto en realidad se trata de Diseño.

Hace años, Alexander Osterwalder se atrevió a publicar su  tesis sobre modelos de negocio (la forma en la que las empresas crean, distribuyen y recuperan valor). Después se convirtió en la base se del libro "Generación de Modelos de Negocio". Ese libro cambió mi vida de Diseñadora que espera vivir del arte a Diseñadora que disfruta entender, planear y ejecutar estrategias de innovación. Lástima, y lo digo de verdad, que el contenido de ese libro se haya replicado tantas veces que el mensaje se ha diluido.

He leído muchos otros, con guías de emprendimiento, con formas de emprender fácil, rápido, sin riesgos, etc. El último, que tenía demasiadas "herramientas", era increíblemente pobre en el mensaje. No existe un proceso de emprendimiento. No hay herramientas que nada más con llenar, resuelvan la vida. Puras promesas vacías.

De verdad, puras promesas vacías.

Para emprender--para crear algo--se necesita hambre.

No tiene sentido aclarar el panorama y hacer el proceso fácil. Procesos fáciles dan respuestas fáciles. Las respuestas fáciles son frágiles.

En algún lugar, tengo un compendio de una serie de herramientas de emprendimiento. Una guía, como una luz en el camino. Pero he aprendiendo, que aún con esa luz, si no se hace el trabajo difícil y no se cuestionan las respuestas, no te lleva a ningún lado.

No es un proceso inspirador. Es un proceso desgastante. No se necesita gracia, se necesita hambre.

Y pues, este es el berrinche.

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