Compromiso con el arte

El arte es una expresión del artista (la técnica y la habilidad del artista son altamente valorados). El arte también es parte de una cultura, es a través de las expresiones de las personas como se describen las historias.

El delito del arte es que es subjetivo. Cualquiera con una colección de argumentos puede decir que cualquier cosa que haya creado es arte.  El arte también es política y poder. Pero, incluso esos con poder de influenciar la industria del arte, tampoco tienen la verdad absoluta. También con una colección de argumentos puedo decir que cualquier cosa, por más valiosa que sea, no es precisamente artística.

En el curso de historia del arte más emocionante del que he sido parte (que en realidad fueron una serie de conversaciones curiosas), aprendí que el arte es de quien lo produce. En ese sentido lo único que importa, es cuán valioso es para quien lo produce. El propósito del arte es sanar a quien lo produce. Como cuando la felicidad se desborda sobre un lienzo o un par de pinceladas cierran las heridas más grandes del corazón. (Es posible que la mayoría de mis referencias al arte se refieran a cosas visuales).

Si no sana, no es arte. 

¿Qué tan valioso es? Depende a quién le preguntes.  Depende de la audiencia y cómo la audiencia conecta con la expresión del artista. Depende del tamaño de su audiencia y el impacto que tiene en su audiencia. Ninguna de estas, u otras variables, tienen que ver con el valor que recibió el artista a cambio de sus sentimientos e intenciones o qué tan profundo fue el proceso que vivió.

El arte salva vidas.

El arte es es qué haces porque no puedes no hacerlo.

Para poder estudiarlo, lo tienen que clasificar, evaluar y comunicar. También este proceso es subjetivo y ninguna de las teorías del arte es absoluta.

Está bien si escribes, si haces música, si das clases, si eres parte de un equipo de futbol, si cocinas, si eres un doctor o si diriges una empresa. Si eso qué haces es parte de tu naturaleza, si lo harías aún si no tuvieras los medios, si lo haces de manera vulnerable y generosa, si lo haces con una energía que parece que nunca se termina, es arte.

Para ser artista profesional (aunque sea desgastante y devastador), simplemente hay que comprometerse con el arte. Hay que hacerlo todos los días. Hay que hacerlo mejor cada vez. Hay que estar conscientes del entorno.

Y aunque esto parece difícil, para alguien que no puede vivir sin producir, no hacer arte es impensable.

 

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