La tarea es la promesa
Con muchos recursos, es fácil comprar espacios, medios o incluso atención. No es precisamente rentable, pero es fácil.
Lo peor, es que con muchos recursos también es fácil creer que la tarea es tener más espacios, medios o incluso atención—y si no resulta, no hay que corregir la tarea sino usar (gastar) más recursos.
Lo peligroso, es querer tener estos recursos solo para gastarlos o no hacer nada con el argumento que sin recursos no hay espacios, medios o atención suficiente.
La tarea no es la lucha por la atención sino la promesa. La tarea es prometer las estrellas y cumplirlas; de manera segura, consistente, transparente. La tarea es crear relaciones cercanas, uno a uno.
Hay que ganarnos el permiso, hay que prometer y hay que cumplir. Una y otra vez. No es nada fácil, pero puede ser bastante rentable.