No es lo mismo un prototipo que sirve para comunicar una idea, que un prototipo que sirve para validar una idea.

Los prototipos que sirven para comunicar son artefactos sin chiste, que le sirven a nuestro ego, que nos engañan y que intentan ser más románticos de lo que son en realidad.

Los prototipos que sirven para validar una idea, no deben de tratarse como prototipos. Esos deberían de ser la primera versión de un producto. Esos se venden, esos ya funcionan, esos ya cumplen con una serie de especificaciones técnicas que van a variar muy poquito.

Siempre es más fácil confundir el propósito del dichoso prototipo y creer que se acaba el trabajo con la comunicación. Y peor, creer que se pueden tomar decisiones con un artefacto que no es real, cuando las decisiones deben de tomarse en función de lo que es posible hacer y el valor que representa.