Hace tres años, pensé que para darle credibilidad a mi carrera necesitaba un MBA. Muchas de las personas que deciden iniciar un MBA lo hacen pensando que es la invitación oficial a los puestos directivos, yo solo quería el papel y hasta cierto punto quería entender los negocios desde el punto de vista de los negocios precisamente.

No me acuerdo de mis clases de finanzas, nunca entendí estadística y las clases de economía me hacían infeliz. No todos tenemos los mismos contextos (ni el mismo gusto por los números).  Fue mi último intento de hacer las cosas como el sistema lo manda (y no terminé).

La parte realmente importante, y la que nos puede servir a los que no tenemos una carrera académica de negocios, son las discusiones. Y para participar en las discusiones hay que hacer dos cosas: entender el lenguaje y tener una opinión.

El lenguaje está en los libros, las noticias y los análisis de los expertos. Pero no se necesitan exámenes, no se necesitan tareas semanales, ni se necesita redactar reportes compartidos para formar opiniones.  Hay que vivir el proceso y ser parte de la discusión.