Tu verdad
Es posible que no sepamos diferenciar entre verdad absoluta y verdad relativa. Es posible que tu verdad y mi verdad no sean la misma verdad. Es posible incluso, que ninguna sea La Verdad.
Hay que ver las diferencias con claridad, pero evitar tener miedos o prejuicios. Hay más belleza en las diferencias y en las imperfecciones.
Es posible también que ambos vivamos nuestras propias interpretaciones de la verdad sin que una minimice la otra, sin que se ponga en duda nuestra naturaleza humana y sin que ninguna verdad limite nuestro potencial. Difícil, pero definitivamente posible.
Hay que contar nuestra verdad cuando sea necesario y permitirnos escuchar las verdades ajenas.