Los "negocios responsables" no nacen siendo negocios. Nacen con una intención y una idea. Si tienen suerte (e instinto de supervivencia) alcanzan a convertirse en un movimiento, a entender cómo producir y transferir valor, a crecer y a evolucionar.

No está mal encontrar oportunidades y explorarlas. Lo que está mal es explorarlas sin un entendimiento de las estructuras en las que vivimos. Ejemplo: En los modelos de Responsabilidad Social Empresarial, el medio ambiente casi siempre es el último y el más complejo (y el más caro); cuando en realidad es el primer afectado.

Creo que deberíamos enseñar a resolver, a crear, a crecer, a vivir en armonía y a nutrir antes de enseñar a hacer negocios.

A veces partimos de algo que ya existe y tenemos que transformarlo en otra cosa. A veces partimos de algo que nos gusta, de algo que nos ilusiona o de algo que nos duele, también en esos casos, tendríamos que hacerlo bien desde el principio.

The Responsible Company cuenta parte de la historia de Patagonia y tiene el checklist más puntual que he visto hasta ahorita. Tenemos que normalizar lo bueno. No hay pretextos.