Todos somos raros
La mayoría de los libros o historias con consejos profesionales tienen protagonistas exitosos que, en un esfuerzo por justificar la importancia del protagonista, suelen tener carreras casi perfectas. Jennifer Romolini, por el contrario, no tiene una carrera perfecta (yo tampoco); ni siquiera tiene una carrera inspiradora (yo tampoco).
Aquí escribe de la verdad: puedes ser un total fracaso y volver a tener una carrera que te encante (no necesariamente la carrera de tus sueños y para nada una carrera perfecta); si decides romper la burbuja y ver la realidad del mundo desde un punto de vista diferente al tuyo.
Todos somos raros.
O por lo menos todos tenemos algo raro.
El mundo laboral está lleno de instituciones, industrias, sistemas o redes, que ya funcionan de cierta manera--a lo mejor mal, pero funcionan. Cualquier cosa que sea diferente provoca comezón--y es normal. Podemos encontrar esas diferencias y moldearnos para encajar en el sistema; que es lo que hace la mayoría. Cuando nos moldeamos para pertenecer al sistema, terminamos cediendo partes que nos gustan y conformándonos con una carrera que no nos hace felices. Por otro lado, cuando luchamos constantemente contra "moldearnos para pertenecer" terminamos nunca encajando por completo. Es una lucha que nunca termina y una muerte silenciosa.
Una vez que entendemos esto, que sabemos que tenemos algo raro, que ese algo vale y que lo queremos defender; queremos que sea el mundo el que nos entienda a nosotros. Pero el mundo jamás nos va a entender, ya tiene bastantes problemas. Hay que saber jugar el juego con nuestras propias herramientas, pero saber jugar el juego de manera profesional. Ejemplos: cómo presentarnos en un ambiente laboral, cómo ser parte de la conversación, cómo negociar, cómo administrar personas, hasta cómo controlar nuestros propios instintos de sabotearnos (no merecemos las cosas en una charola de plata, el mundo no es justo, hay peligros reales).
Y al final, los temas del momento:
- Hay que cuidar los límites de cualquier posición de liderazgo.
- Hay que entender que no se puede tener todo, se puede tener poquito de todo y está bien si tienes una vida personal, vida profesional y una vida artística que son independientes.
- Los mentores están de moda, pero no funcionan: no es suficiente que te digan que vas bien, necesitas alguien que también pueda pelear por ti.
- El acoso sexual es un problema que debemos de resolver ayer; ya estuvo bueno de permitir sutilezas incómodas.
Jennifer Romolini además usa un lenguaje y un estilo bastante real, directo y sin arrepentimiento, que hizo que soltara la carcajada más de una vez, que viera mis 10 años de carrera profesional desde otro punto de vista y que incluso me imaginara los siguientes 10 de manera que me gusten todavía más.
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