Llevar la fiesta en paz dentro de una organización, muchas veces significa respetar el status quo y dejarlo que influya en nuestras decisiones u opiniones.

Pero los Diseñadores rara vez llevamos la fiesta en paz.

No es natural para un diseñador respetar el status quo, sino retarlo. Los diseñadores tenemos opiniones y es mucho más natural proponer y argumentar. Los diseñadores no necesariamente estamos hechos para pertenecer a una organización, rara vez entendemos cómo navegar la política o cómo lograr algo con una estructura burocrática. Esta cualidad, puede tener sus ventajas.

A los diseñadores nos entrenan a través de proyectos y críticas, hasta que suceden dos cosas: por un lado, tenemos que entender que las críticas son hacia el resultado (las críticas buenas nunca son personales); por otro lado, formamos una piel gruesa ante el juicio y las expectativas de alguien más. Por eso, y de alguna manera, estamos preparados para el rechazo y para argumentar nuestras respuestas a los problemas.

Hay que tener opiniones.

Hay que tener visión que mueva al equipo.

Hay que provocar a las personas correctas.

Y hay que aprender a manejar organizaciones. Tantita política.