Me encontré esta cita hace unos días:

Why is the design of so many companies, then as now, such a tragedy? It must be obvious by now that good design is also commercially successful. [...] So many companies had and have the chance to be capable in this respect. There are so many good intentions and initial efforts and there is just as much fainthearted and inconsequential failure, mediocrity and confusion. A designer that knows the reality knows, too, where the deciding factor lies, be it 1954 or 1991: it lies with the company management, their insight, their attitude, their abilities and their concrete achievements.

“The Fathers of Braun Design to Erwin Braun on his 70th birthday”
First published in: “Design+Design” Issue No. 69/70, jubilee edition 50 years of Braun Design, December 2004

En una de mis últimas tareas de la universidad, argumentaba: “o nos hacemos empresarios o esperamos a que los empresarios se hagan diseñadores”. Por años, no sé si de manera consciente o inconsciente, intenté hacer empresa desde el Diseño. La realidad es que no se puede ser todo, no se puede dirigir y crear al mismo tiempo, así como no se puede crear en una burbuja (por más que me guste o por más encantador que sea, “simplemente” crear).

La idea, al día de hoy, es que los diseñadores pueden hacerse empresarios solo si aprenden a dirigir a un equipo de diseño ejecutivo que pueda conceptualizar sus ideas y solo si este equipo se mantiene enfocado a resolver las necesidades de la empresa y no las propias—porque entiende que el buen diseño es comercialmente exitoso y no simplemente bonito. (Debería de ser obvio, pero los despachos de diseño no son las únicas empresas que deberían dirigir equipos de diseño. También, puede no existir la necesidad de hacer empresa, si tienes la bendición de encontrar una que te permita crear. Si es así, mi única recomendación es estar listo para cuando esa empresa necesite más de ti.)

Por otro lado, los empresarios no pueden hacerse diseñadores si quieren seguir siendo empresarios. Principalmente, porque el chiste es mantener una organización sustentable que sea capaz de seguir creando: alguien tiene que dirigir (y no, no es el diseñador). El conflicto está entre pensar como diseñadores y dejar el trabajo de Diseño a otros, porque alguien tiene que crear los espacios, alguien tiene que decidir la visión del futuro, alguien tiene que luchar la batalla, para que el resultado del diseño llegue a donde tiene que llegar.

La conclusión ahora es que, si queremos crear algo sustentable, hay que ser empresarios, no para diseñar sino para asegurar que se diseñe bien.