Ayer jugué The Uber Game.

Decidí manejar un carro híbrido en lugar de cobrar servicio premium, atender a mis clientes locales en lugar de ir a lugares muy concurridos, pasar tiempo con mi hijo virtual y trabajar todos los días hasta cumplir mis responsabilidades básicas (entre otros). Al final, el juego te recuerda las decisiones más importantes y las compara con el resto de los jugadores (y los choferes de Uber que participaron en el desarrollo del juego).

No sé si es el camino corto o rápido. Con tantas alternativas y situaciones ficticias, tampoco sé si hay algún “hack” por ahí (al menos no a simple vista). Si sé que todas las decisiones tienen repercusiones y costos; que a la larga pueden (o no) acumularse.

Resulta que las decisiones que tomamos frente a las situaciones que enfrentamos, son las que definen si somos capaces de sobrevivir en una economía compartida (lo mismo para los demás aspectos de nuestra vida). Se toman las mejores decisiones que se pueden, con los recursos e información que se tienen.

El objetivo es de The Uber Game es conseguir el nivel de ingresos suficiente en un modelo virtual de Uber. El juego es un proyecto que le tomó a Robin Kwong alrededor de 12 meses desarrollar.