No todos somos diseñadores
Pero todos podemos ser diseñadores. Como todos podemos ser médicos o abogados.
Estudiando.
La educación del diseño es sumamente abstracta. Hay que saber fundamentos de color, luz y movimiento. Hay que conocer materiales y cómo se relacionan los materiales con las personas. Hay que entender de antropología, ergonomía, física, psicología, historia del arte y principios de electricidad, entre otras cosas. Hay que saber trabajar con madera, plástico, metal, textiles, cerámica y papel. Hay que saber valorar el arte, entender de composición, tipografías, fotografía y hasta emociones. Los diseñadores tienen muy clara la diferencia entre concepto y experiencia, cosa que para la mayoría de las personas, son términos demasiado románticos.
Y eso es lo primero que se me viene a la mente, ni siquiera pensaré en las personalidades y estilos de los diseñadores que conozco.
Durante la historia, el arte ha sido un reflejo de lo que somos. El Diseño, por otro lado, ha influido en eso que somos. El Diseño es una actividad formal y pensante, que pocos entienden y en consecuencia pocos valoran. Entonces no, no todos somos diseñadores.
Lo que todos podemos hacer, es seguir un proceso de diseño formal. En donde el único requisito, es dejar de luchar contra el proceso y empezar a luchar en la búsqueda de la respuesta. Lo primero que hay que hacer es reconocer el trabajo necesario.